La historia del WiFi

The History of WiFi
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Desde sus inicios, el WiFi ha jugado un papel integral en mantenernos conectados en casa y en público.

El brote de la pandemia de coronavirus solo ha aumentado drásticamente la demanda de WiFi rápido y confiable.

Hemos llegado al punto de esperar un grado estándar de conectividad dondequiera que estemos y confiamos regularmente en el WiFi para mantener nuestra productividad, nuestra organización, nuestra salud e incluso nuestra protección. 

Los avances recientes en la tecnología de WiFi han contribuido en gran medida al Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), permitiéndonos estar aún más conectados que nunca. 

Pero, ¿cuántos de nosotros conocemos la historia completa detrás de la tecnología WiFi? ¿Cuándo se inventó el WiFi? ¿Cómo funciona exactamente? ¿Y qué tan lejos ha llegado en 20 años? 

Aquí hemos explorado la historia del WiFi, desde dónde comenzó, qué nos ha ayudado a lograr y qué futuro nos promete a medida que estamos cada vez más interconectados.

¿Qué es el WiFi y cómo funciona?

En un nivel básico, WiFi es una forma de hacer llegar Internet de banda ancha a un dispositivo mediante transmisores inalámbricos y señales de radio. 

Una vez que un transmisor recibe datos de Internet, convierte los datos en una señal de radio que puede ser recibida y leída por dispositivos habilitados para WiFi. 

A continuación, se intercambia información entre el transmisor y el dispositivo.

¿Cuándo se inventó el WiFi?

El WiFi se inventó y se lanzó por primera vez para los consumidores en 1997, cuando se creó un comité llamado 802.11. Esto llevó a la creación del IEEE802.11, que se refiere a un conjunto de estándares que definen la comunicación para redes de área local inalámbricas (WLAN). 

A continuación, se estableció una especificación básica para WiFi, que permite dos megabytes por segundo de transferencia de datos de forma inalámbrica entre dispositivos. Esto provocó un desarrollo en equipos prototipo (enrutadores) para cumplir con IEEE802.11, y en 1999, se introdujo el WiFi para uso doméstico.

Frecuencias de WiFi

El WiFi utiliza ondas electromagnéticas para comunicar datos que se ejecutan en dos frecuencias principales: 2.4Ghz (802.11b) y 5Ghz (802.11a). Durante muchos años, 2.4Ghz fue una opción popular para los usuarios de WiFi, ya que funcionaba con la mayoría de los dispositivos convencionales y era menos costoso que el 11a.

2003 – Tomando fuerza

En 2003, las velocidades más rápidas y la cobertura de distancia de las versiones WiFi anteriores se combinaron para crear el estándar 802.11g. Los enrutadores también estaban mejorando, con mayor potencia y mayor cobertura que nunca. El WiFi estaba comenzando a ponerse al día, compitiendo con la velocidad de las conexiones por cable más rápidas.

2009 – La llegada de 802.11n

En el 2009 salió la versión final de 802.11n, que era aún más rápida y confiable que su predecesora. Este aumento en la eficiencia se atribuye a los datos ‘Múltiples entradas, múltiples salidas’ (MIMO), que utilizan múltiples antenas para mejorar la comunicación tanto del transmisor como del receptor. Esto permitió aumentos significativos en los datos sin necesidad de un mayor ancho de banda o potencia de transmisión.

La desventaja de que 2,4 GHz tuviera un rango extendido era que un número cada vez mayor de dispositivos (desde monitores de bebés hasta Bluetooth) usaban la misma frecuencia, lo que hacía que se saturara y fuera más lento. En consecuencia, 5 GHz se convirtió en la opción más atractiva.

La llegada de enrutadores de doble banda simultáneos

Para resolver este problema, se crearon enrutadores de doble banda. Estos enrutadores contenían dos tipos de radios inalámbricos que podían admitir simultáneamente conexiones en enlaces de 2,4 GHz y 5 GHz. De forma predeterminada, los dispositivos en el rango de un enrutador de doble banda se conectarían automáticamente a la más rápida y eficiente frecuencia de 5 GHz. Sin embargo, si un dispositivo estaba más lejos o detrás de las paredes, los 2.4 GHz podrían usarse como respaldo.

2014 – La llegada del WiFi 5

Principalmente conocido como WiFi 5, el protocolo 802.11ac tenía como objetivo mejorar el rango de 5 GHz: tenía cuatro veces la velocidad de WiFi 802.11n, un mayor ancho y la capacidad de soportar más antenas, lo que significa que los datos se podrían enviar más rápidamente.

Durante este tiempo, también vimos el nacimiento del concepto Beamforming (conformación de haces), que Eric Geier describe como enfocar señales y concentrar la transmisión de datos para que más datos lleguen al dispositivo de destino. Él explica: “En lugar de transmitir una señal a un área amplia, con la esperanza de alcanzar tu objetivo, ¿por qué no concentrar la señal y apuntarla directamente al objetivo?”

2019 – El muy esperado WiFi 6

La forma en que funciona el WiFi no había cambiado fundamentalmente en casi una década, y tampoco su propósito.

El muy esperado lanzamiento del WiFi 6 en el 2019 generó una gran promesa de conectividad más rápida y enlace entre tecnologías con velocidades de hasta 9,6 Gbps, que en comparación con los 3,5 Gbps en WiFi 5, representa un aumento de casi el 300%.

La razón del salto en las capacidades de velocidad del WiFi 6 se debe a las tecnologías que se utilizan para mitigar los problemas de sobrecarga con la cantidad de dispositivos conectados. Los enrutadores WiFi 6 también son capaces de comunicarse con más dispositivos a la vez, lo que les permite enviar datos a varios dispositivos en la misma transmisión.

¿Cuál es la diferencia? – WiFi 5 vs. WiFi 6

Tal como hemos discutido, en el 2014 se introdujo el estándar WiFi 5 802.11ac utilizando la banda de 5 GHz menos congestionada, lo que causó una gran mejora con respecto a la banda de 2,4 GHz más congestionada; pero con el nuevo estándar WiFi 6 802.11ax lanzado en 2019, observamos una gran migración en nuestra base de clientes al nuevo estándar. Entonces, ¿por qué es mejor?

El WiFi 6 se creó desde cero para respaldar el mundo del IoT en el que vivimos,  brinda soporte para más dispositivos conectados y preserva la duración de la batería a través del consumo de energía.

Más allá de eso, los beneficios completos incluyen velocidades más rápidas, mejores protocolos de seguridad y compatibilidad con versiones anteriores. Sin embargo, la verdadera ventaja para los clientes de Purple es la capacidad de incorporar más dispositivos conectados a través de su compatibilidad ampliada de MU-MIMO (tecnología de múltiples usuarios, múltiples entradas y múltiples salidas) con velocidades de latencia más bajas y brindando al lugar una experiencia de WiFi robusta para sus usuarios.

El WiFi 6 se está convirtiendo rápidamente en el estándar preferido para todas las redes WiFi; incluye una actualización de hardware, pero los beneficios superan con creces el costo de entrada, ya que la conectividad sigue siendo fundamental para las empresas modernas.

Mirando hacia el futuro – WiFi 6e

El WiFi 6e lleva esto un paso más allá hacia la banda de 6 GHz, que es aún menos concurrida que las anteriores y, en este momento, funciona sin interferencias ni superposiciones. Nuevamente, los beneficios aquí son menos latencia y, por supuesto, velocidades más rápidas.

Todavía es temprano para el estándar WiFi 6e y el costo aún es un poco alto, pero con la nueva frecuencia que trae, no pasará mucho tiempo antes de que este estándar comience a tener una mayor adopción.

El WiFi hoy 

El uso del WiFi en la actualidad se resume muy bien en Rethink Wireless: “El desempeño del WiFi continúa mejorando y es una de las tecnologías de comunicaciones inalámbricas más ubicuas en uso en la actualidad. Es fácil de instalar, fácil de usar y económico. 

Los puntos de acceso WiFi se configuran en el hogar y en puntos de acceso público, lo que brinda un acceso conveniente a Internet para todo, desde computadoras portátiles hasta teléfonos inteligentes. 

Las tecnologías de encriptación hacen que el WiFi sea seguro, manteniendo alejados a los intrusos no deseados de estas comunicaciones inalámbricas”.

Pero el WiFi se trata más de simplemente conectarse en línea para consultar el correo electrónico o navegar por las redes sociales. 

También ha permitido que una cantidad alucinante de dispositivos electrónicos y de computación de consumo se interconecten e intercambien información.

Esto se conoce como el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Según  Wi-FI.org, IoT es “una de las olas de innovación más emocionantes que ha presenciado el mundo” y que “su potencial apenas ha comenzado a emerger”.

Las empresas basadas en el WiFi como Purple demuestran cuánto potencial se puede aprovechar para las empresas: con una cantidad cada vez mayor de dispositivos habilitados para WiFi en el mercado.

Purple permite a sus clientes obtener cantidades increíblemente completas de datos de usuario a través rubros como servicios de ubicación, inicio de sesión a través de redes sociales, y una gran cantidad de herramientas de marketing digital.

Está claro que el WiFi ya no es una calle de un solo sentido, se ha convertido en una parte esencial de nuestro día a día personal y profesional, y está mejorando constantemente nuestra eficiencia, nuestra comunicación y alienta constantemente a la industria de la tecnología a impulsar los límites de lo posible.

En general, las capacidades de WiFi son infinitas y, con la forma en que van las cosas, estamos increíblemente emocionados de ver lo que nos depara el futuro.

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